viernes, 23 de abril de 2010

Sólo deseo decir...


... que poco me importa estar perdido si lo estoy en tu cuerpo, que fácilmente caigo con tus besos, que el cielo está más cerca cuando lo intentamos alcanzar entre los dos, que eres bella, afortunadamente no perfecta, alcanzable y apreciable, eres un ser importante, eres aquella rama que sostiene el nido de mi corazón, eres mi amor.

Con el sonido de cada cuerda en el piano, cada pisar de las teclas, encuentra diezmillonesimas partes de lo que siento por ti, es grande tan grande que si el universo dice ser infinito, éste amor va más allá del infinito. No sé cómo fui descubriéndote, pero sé que en éste momento me arrepiento de todos los momentos que te he hecho sentir mal, porque si estoy contigo es para generar más felicidad, no para enfrascar las situaciones en la caja negra de lo indeseable.

Y qué te parece si pudiera espantar todos tus miedos?, ¡sería algo como supernovio!, pero no lo soy, porque me considero tan corriente como un grano de arena en el océano, a diferencia de ti, que marcas diferencia en lo bueno, en lo saludable, en lo que vale la pena resaltar, lo paisajístico de tu cuerpo con un relieve perfecto, lo celestial de tu rostro al tener los más bellos ángeles fusionados para entregar el resultado de una mirada que me transfiere al limbo de la tranquilidad.

Quisiera citar a algún escritor, pero el único que se me ocurre es un empírico llamado Carlos Enrique Perafán Ardila, alguien que escribe desde su corazón, ese mismo corazóncito que tú consientes y das calor cuando el frío cobija la cotidianidad, porque no he encontrado mayor refugio a la inestabilidad que tu sonrisa y tus abrazos, todo eso acompañado del sabor a armonía que transfieren tus besos, describiendo un millón de acordes armónicos con cada fragmento de tus labios.





Definitivamente agradezco que no eres perfecta, porque, como lo dije antes, así te haces alcanzable... Pero si me preguntaran ¿Qué es perfección?, respondería con gusto que es la vida que llevo a tu lado, no porque no tenga problemas ni mucho menos, sino por el contrario, al tener problemas y ver que se puede salir adelante juntos, me demuestra que es perfección, pues las adversidades son una simple hoja en el árbol de todo lo que hemos construido juntos.

Te amo demasiado, sin condición y con mucha razón, con corazón pero sin restricción, te amo tal cual eres y espero que esto te guste de verdad.



Esto es verdadero amor